Utilizamos cookies para comprender de qué manera utiliza nuestro sitio y para mejorar su experiencia. Esto incluye personalizar el contenido y la publicidad. Para más información, Haga clic. Si continua usando nuestro sitio, consideraremos que acepta que utilicemos cookies. Política de cookies.

Please note that the LabMedica website is also available in a complete English version
Presenta Sitios para socios Información LinkXpress hp
Ingresar
Publique su anuncio con nosotros
INTEGRA BIOSCIENCES AG

Deascargar La Aplicación Móvil




Electrodo económico recubierto de ADN abre camino a diagnósticos desechables

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 05 Jul 2025
Imagen: los sensores electroquímicos consisten en ADN adherido a un económico electrodo de hoja de oro (foto cortesía del MIT)
Imagen: los sensores electroquímicos consisten en ADN adherido a un económico electrodo de hoja de oro (foto cortesía del MIT)

Muchas personas en todo el mundo aún carecen de acceso a diagnósticos asequibles y fáciles de usar para enfermedades como el cáncer, el VIH y la gripe. Los sensores convencionales, si bien precisos, suelen depender de equipos costosos o requerir refrigeración, lo que limita su uso en entornos de bajos recursos o no clínicos. Una importante limitación de los sensores electroquímicos basados en ADN es que su recubrimiento se degrada rápidamente, lo que requiere que los sensores se preparen inmediatamente antes de su uso y se almacenen en condiciones estrictamente controladas. Esto limita significativamente su practicidad, especialmente en entornos hostiles o remotos. Investigadores han desarrollado una nueva solución que estabiliza estos sensores para una mayor vida útil y una mejor usabilidad, incluso a altas temperaturas, sin comprometer la precisión del diagnóstico.

Desarrollado por un equipo del MIT (Cambridge, MA, EUA), el nuevo sensor electroquímico utiliza un electrodo de hoja de oro recubierto de ADN y estabilizado con alcohol polivinílico (PVA), un polímero de bajo coste. Los sensores se basan en la enzima Cas12, asociada a CRISPR, que se combina con ARN guía para detectar dianas específicas de ADN o ARN. Cuando la diana, como un gen canceroso, está presente, la enzima se activa y escinde inespecíficamente el ADN que recubre el electrodo, alterando así la señal eléctrica. Esta señal se puede medir con un potenciostato, similar a la tecnología de los glucómetros. El recubrimiento de PVA actúa como una lona protectora, previniendo el daño oxidativo y preservando el enlace tiol-oro que fija el ADN. Una vez seco, el PVA forma una barrera que protege el ADN hasta que esté listo para enjuagarse. Estos sensores, que cuestan solo unos 50 centavos cada uno, se pueden laminar sobre plástico y están diseñados para aplicaciones en el punto de uso, incluyendo pruebas en el hogar. Las versiones anteriores ya eran capaces de detectar el VIH y el VPH; el último diseño mejora aún más la facilidad de uso al aumentar la vida útil y simplificar la implementación.

En el estudio publicado en ACS Sensors, los investigadores demostraron que el recubrimiento de PVA preservó la estabilidad del sensor hasta dos meses, incluso a temperaturas de hasta 150 °F. Tras el almacenamiento, los sensores detectaron con éxito PCA3, un gen del cáncer de próstata presente en la orina, y el método puede adaptarse a muestras de saliva, hisopos nasales y otros tipos de muestras. El equipo planea ahora ampliar las pruebas con muestras de pacientes reales de diversas enfermedades. Con el apoyo del acelerador de empresas delta v del MIT, el grupo está explorando oportunidades de comercialización para enviar los sensores estabilizados a regiones con bajos recursos sin necesidad de refrigeración. También están trabajando en la adaptación de la plataforma para responder a enfermedades infecciosas emergentes y ampliar su distribución para un uso generalizado.

“Nuestro objetivo es seguir realizando pruebas con muestras de pacientes contra diferentes enfermedades en entornos reales”, afirmó Ariel Furst, profesor adjunto de Desarrollo Profesional Paul M. Cook de Ingeniería Química en el MIT y autor principal del estudio. “Anteriormente, nuestra limitación era que teníamos que fabricar los sensores in situ, pero ahora que podemos protegerlos, podemos transportarlos. No necesitamos refrigeración. Esto nos permite acceder a entornos mucho más hostiles o poco ideales para realizar pruebas”.

Enlaces relacionados:
Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)

Miembro Oro
Automatic Hematology Analyzer
DH-800 Series
Portable Electronic Pipette
Mini 96
Blood Glucose Test Strip
AutoSense Test
Clinical Chemistry System
P780

Canales

Hematología

ver canal
Imagen: un esquema que ilustra la cascada de coagulación in vitro (fotografía cortesía de Harris, N., 2024)

Nueva guía de ADLM sobre pruebas de coagulación mejora atención a pacientes que toman anticoagulantes

Los anticoagulantes orales directos (ACOD) son uno de los tipos más comunes de anticoagulantes. Los pacientes los toman para prevenir diversas complicaciones derivadas de la coagulación ... Más

Microbiología

ver canal
Imagen: el EBP y EBP plus han recibido la autorización 510(k) de la FDA y la certificación CE-IVDR para su uso en el sistema BD COR (fotografía cortesía de BD)

Paneles entéricos de alto rendimiento detectan múltiples infecciones bacterianas gastrointestinales

Las infecciones gastrointestinales (GI) se encuentran entre las causas más comunes de enfermedad a nivel mundial, provocando más de 1,7 millones de muertes anuales y suponiendo una gran carga para los... Más
Copyright © 2000-2025 Globetech Media. All rights reserved.